SOS para una mujer valiente en prision
¿Quién es Victoire Ingabire?
Victoire Ingabire Umuhoza es la presidenta de las Fuerzas democráticas unificadas (FDUInkingi), un partido político de oposición democrática al régimen autoritario del presidente ruandés Paul Kagame. Tras diecisiete años de exilio en los Países Bajos, Ingabire regresó a Ruanda el 16 de enero del 2010 para proceder al registro de su partido y poder así presentarse a las elecciones presidenciales previstas para agosto de ese mismo año. Dado que se trataba de una mujer y madre de familia, regresó a Ruanda acompañada de colaboradores civiles no armados, motivados e inspirados por los principios de la no violencia y de la construcción de la paz. Siempre ha mostrado su deseo de integración, de justicia para todos y de diálogo nacional, elementos que conseguirán la transición hacia una democracia pluralista que favorezca a y cuente con todos los ruandeses. Ingabire lamenta que todos los cambios del régimen de Ruanda, sin excepción, se hayan producido mediante golpes militares y busca un cambio democrático y constitucional basado en los principios de un Estado de derecho que garantice la justicia social.
Los problemas de Ingabire comenzaron al día siguiente de su llegada a Kigali por medio de una campaña de ataques mediáticos anónimos. Fue arrestada en abril del 2010, tras que quedó en libertad bajo arresto domiciliario. Fue arrestada de nuevo el 14 de octubre del 2010, sufrió maltratos por parte de la policía y la encarcelaron en la lúgubre prisión de Kigali, donde permanece en la actualidad.
El juicio
Amnistía Internacional concluyó que el análisis del juicio había puesto al descubierto los principales objetos de preocupación. Durante el periodo previo al juicio, las autoridades ruandesas hicieron declaraciones oficiales que plantearon problemas con respecto a la presunción de inocencia de Victoire Ingabire, especialmente las conclusiones preliminares sobre el valor probatorio de los cargos de los que se le acusa. Los cargos relacionados con la libertad de expresión no tenían una base jurídica clara. Algunas acusaciones sobre los objetivos de Victoire Ingabire estaban basadas en textos legislativos imprecisos y muy generales, en concreto aquellos que penalizan la «ideología del genocidio» y «la discriminación y el sectarismo». La acusada no recibió un buen trato durante el juicio, y sufrió continuas interrupciones y hostilidad. Amnistía Internacional no ha observado ninguna incitación a la violencia o al odio étnico en los elementos de prueba que la fiscalía ha presentado durante el juicio.
Tras un juicio atestado de graves irregularidades, tal y como ha señalado Amnistía Internacional, Victoire Ingabire Umuhoza fue condenada a 8 años de cárcel el 30 de octubre del 2012. El Alto
Tribunal la declaró culpable de «conspiración contra las autoridades mediante el terrorismo y la guerra» y de «negación del genocidio».
Curiosamente, estos cargos no figuran en el acta de acusación presentada al tribunal al producirse la inculpación de la acusada. Además, a Victoire nunca se le ha interrogado sobre estos cargos, ni ante la policía judicial, ni en la oficina del procurador, ni ante el tribunal. Por si no fuera suficiente, la ley sobre el negacionismo que se ha aplicado para la condena es posterior a los hechos de los que se le incrimina y no es retroactiva. Durante las vistas, Ingabire interpuso recurso ante el Tribunal Supremo, quien aún no ha resuelto. El Alto Tribunal se conformó con una declaración radiofónica del portavoz de las cortes y tribunales ruandeses, en lugar de un fallo del Tribunal Supremo. Cabe destacar en esta situación la falta de independencia dentro de la justicia ruandesa.
Podrán encontrar más información sobre el desarrollo del juicio en los siguientes documentos:
Acoso a la defensa
Desde que dieran comienzo las investigaciones policiales, la estrategia del gobierno ha sido intimidad a la defensa. El primer asesor de Victoire Ingabire, el abogado estadounidense Peter Erlinder, fue arrestado y detenido, y aún seguiría entre rejas de no haber sido por la intervención diplomática de EE.UU., el principal aliado del régimen de Kigali. El relevo de Erlinder lo ha tomado un equipo formado por un abogado ruandés y uno británico. A pesar de los numerosos actos intimidatorios, como cacheos improcedentes o insultos durante las vistas, han sabido resistir. No obstante, tras 3 años de batalla jurídica contra las autoridades, la única solución para Ingabire depende de una defensa jurídica sin fallos que sea capaz de demostrar su inocencia y su calidad de prisionera política. Con el paso del tiempo la factura se va engrosando, y hay que tener en cuenta los recursos financieros de Victoire. Este es exactamente el objetivo del régimen: acabar con los recursos económicos de la defensa para poder derrotar a la acusada con mayor facilidad una vez que no tenga defensa.
¿Qué se puede hacer?
El coste del recurso ante el Tribunal Supremo es de aproximadamente 25.000€ (2 abogados). Por favor, haga muestra de su generosidad y realice una donación para conseguir esta cantidad.
Puede realizar una transferencia a la cuenta de la fundación.
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